martes, noviembre 27, 2007

Aquellas pequeñas cosas



Uno se cree
que los mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tiene tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí...
Que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.

Mediterráneo


Mediterráneo

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya,

y amontonado en tu arena
tengo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto enterno
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.

A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.

A tus atardeceres rojos
se acostubraron mis ojos
como el recodo al camino...

Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...

Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo.

Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea

que se añora y se quiere
que se conoce y se teme.

Ay, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.

Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...

En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.

Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...

Cerca del mar. Porque yo
nací en el Mediterráneo.

jueves, noviembre 22, 2007

Ya tenemos IPOD, ¿ahora qué?

martes, noviembre 13, 2007

MONSTRUOSA 2007: El día que nos convertimos en bestias


jueves, noviembre 08, 2007

Luna sobre el puerto de Almería



No me importa que otros te vean fea. Yo he paseado por tu rambla y sus terraplenes cuando era una cicatriz mortal partiéndote por la mitad y he cogido hojas de tus moreras para alimentar a mis gusanos de seda.
He buscado la Plaza Vieja y el patio de la Diputación desde el Cerro San Cristóbal con Jose-mi-Jose, mientras tú te empeñabas en enseñarnos sin pudor tu Alcazaba mora.
Con mi padre, en vespa, he recorrido tus muelles para llegar al cocedero de marisco que se han llevado ahora al área del túnel Bayana.
He recorrido tu paseo marítimo setentero de cabo a rabo en días de invierno que tú convertías en primaveras. Me he bañado en tu playa del Zapillo varios diciembres.
Me he imaginado muchas conversiones del cable del mineral y me complace que siga adusto, sobrio, férreo, a fin de cuentas cable del mineral.
Tus americanos en el Kiosko Amalia. De bares en la Plaza San Pedro. Tu casa colonial en la calle Gerona. Mi cortijo infantil del Gobernador. El mercadillo de la Plaza de Toros. Semana Santa en los Franciscanos. Los melindres de la Colmena. La Jibia de los Claveles. Las papas bravas del Bonillo en la calle Granada. Tantos días en Metsa, en la calle San Leonardo, viendo pasar a la gente que va a comprar tenis a Blanes. Discos Mody...y correos en el Paseo.El Habana, la Dulce Alianza, la calle las Tiendas, el Casa Puga. De la calle Pavía a la calle Real del Barrio Alto...
Quedan como cafés Gijón provincianos,las peceras del paseo para los cafés de los jubilados y de no jubilados. Los años te han plantado tus franquicias americanas en el centro. Has entrado por el aro de los estándares, con lo tuya que eres, Almería.
Sabía pero no sabía que te quería tanto...pero esta mañana he abierto esta foto ampliándola y un nudillo en la garganta me ha delatado.
No me importa que otros te vean fea.