Lola en el tejado

Lola ha descubieto el tejado de la nueva casa y no sólo de la nueva casa sino de los de toda nuestra corrala y la de al lado. Anoche pude verla a lo lejos como una gárgola* egipcia correteando y parándose, muy de vez en cuando, como un recorte en el cielo anarajado de la noche madrileña.

Viendo que no volvía, la estuve llamando un buen rato. De vez en cuando atisbaba sus ojos como dos faros demoníacos y me parecía que toda ella se hacía gigante y monstruosa. Después de dejar su silueta colgada en todas las cimas que encontró, volvió hacia la ventana donde yo gritaba, un poco nerviosa ya, su nombre por enésima vez. Se acercó sigilosa y me ronroneó. Tenía el pelo frío y erizado y los ojos ambarinos le brillaban más que nunca. Le eché mano y me lanzó un maullido desgarrado. Clavó sus uñas en las tejas y de esa manera, como se arrastra un arado, tuve que hacerla descender hacia casa. Tardó un rato en perdonarme. Al fin y al cabo siempre le he procurado comida y nunca le he negado un hueco mullidito en mi propia cama. Es una gata agradecida pero ha descubierto la libertad de los tejados, el aire de la calle, el foco sagrado de la luna, ha descubierto que el verdadero teatro está ahí fuera.Y no hay vuelta atrás.

*

Las gárgolas son monstruos mágicos muy feroces y de aspecto siniestro. Estas criaturas voladoras tienen alas de murciélago, los ojos incandescentes, unos pequeños cuernos y la piel dura. Originariamente, las gárgolas eran desagües esculpidos con formas de animales, a los que un mago dio vida. No necesitan ni comer ni beber, así que cuando atacan lo hacen por el simple hecho de hacer daño.

Habitan en cualquier zona subterránea, donde acumulan los tesoros de sus víctimas. Es típico encontrarlas entre ruinas o cavernas.

Pueden atacar por sorpresa; permanecen inmóviles como estatuas hasta que su víctima está lo suficientemente cerca. Realizan entonces un ataque repentino para desconcertar al enemigo. Otra manera de atacar es en picado, esta forma la usan cuando se encuentran en movimiento y es tarde para el ataque sorpresa...