Llanto y pataleo por el cine nacional

No hay dineros
para el cine nacional,
ni subvenciones,
ni mecenas,

pero queda la ilusión del cineasta

y el talento de los músicos que hacen score por encargo.

Quiero llorar, entre folios con datos confusos que dan detalles meticulosos sobre la pre-pro-postproducción y unos cuantos folios más explicando desde que nació, el sueño del director, los actores por los que ha pasado el guión, los quinientos planes de producción, la historia del productor con el crédito hipotecario para hacer frente a lo que haya que hacer frente. Los apoyos, los escollos, las renuncias, los "must".

La magia del cine. La editorahijadeputa que ama el cine.